¡Viva San Martín!

De Agustín Iglesias.

¡Viva San Martín!, danzas de matanza enfrenta la matanza del cerdo y sus rituales a la matanza de una guerra nuclear. Un mundo agrícola abandonado que agoniza frente al avasallador mundo industrial. Cultura rural frente a cultura urbana.

Ritos y dioses ancestrales frente a la nada de un mundo consumista que para conseguir sus objetivos tiene que convocar a los dioses apocalípticos de una guerra nuclear. En este telón de fondo, dos jóvenes huyen de la ciudad refugiándose en la casa paterna del abandonado campo castellano.

El padre y la tía celebran su llegada haciendo una matanza del cerdo en honor de los hijos. San Martín aparece cantando con sus viejos ropajes romanos para celebrar la fiesta, también la desvergonzada Muerte Alegre danzando. Según pasan las horas y el desguace de las carnes del cerdo, la amenaza nuclear se va cumpliendo. La Muerte Alegre se convierte en Muerte Nuclear. La devastación y la nada lo cubren todo.